La terapia puede realizarse en el momento que se experimenta el conflicto o bien de manera preventiva, ante algún acontecimiento que vendrá y constituye un cambio importante y significativo en la vida del individuo.
Uno de sus principales atractivos para los pacientes es lograr resultados concretos a corto plazo y una de sus máximas cualidades es la resolución de conflictos sin pretensiones de juzgar o interpretar a la persona, sino entenderla y brindarle las herramientas para el cambio.